Doce para los dos
Con el corazón en la mano y un peso en los hombros, abro la puerta del muasoleo/minas, después me he arrastrado hacia el bote, con agua turbias, frías y tormentosas las memorias de ti son un conjuro para hacerme recordar los varios significados de mi búsqueda.
Porque me encerré en mi habitación y busque su voz para responderme; ahora me encuentro perdido en camino del silencio, uno que llevo desde hace años, que arrastro pero no sé como dejarlo. Han sido doce horas para los dos, doce días, doce razones para detenerme y sucumbir a los demonios.
Ahora puedo observar que si me rindo, no habrá nada todo seguirá igual, menos yo que perderé singulares ruidos, no habrá nada y duele. Son doce mil universos pero yo no puedo empujar solo la piedra . Ya no.
El hospital es uun símbolo de redención, agonía y purificación del alma. Doce para los dos, son los pasos para ser algo mejor...
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